1/09/2017

Mis abuelitas



Elodia Cabrera Ortega


Por la gracia y el favor de mi Dios crecí  cerca de mis dos abuelitas, la mama de mi mama Elodia Cabrera Ortega y la mama de mi papa Cristina Aguirre Venegas. Me siento tan privilegiada y agradecida de que ellas sean mis abuelitas. Desde que nacimos las dos estuvieron con nosotros, siempre. De las dos aprendí muchas cosas aunque en esta ocasión voy solo a mencionar algunas, de pequeños vivimos en Las Varas Nayarit, por un tiempo vivimos en casa de mi abuelita Elodia, en lo que mi mama construía nuestra casa. De mi abuelita Elodia aprendí la pasión por servir a Dios, ayudaba en la iglesia, daba clases de biblia a los niños, cantaba,  era una mujer servicial y trabajadora, toda su vida trabajo mucho para mantener a sus hijos. Siempre que ella podia ayudaba a quien lo necesitaba.


Cristina Aguirre Venegas


Con mi abuelita Cristina que de cariño le decimos Chulis porque así le puso mi prima las mas grande de sus nietos; con Chulis  nos pasábamos todas las vacaciones en Puerto Vallarta, vacaciones largas o de verano, navidad, semana santa y algunos fines de semana. Chulis era también una mujer muy trabajadora, ella estaba en casa, siempre cociendo en su maquina, o haciendo de comer, o lavando, siempre ocupada, también era una mujer muy servicial siempre había comida para quien llegara a visitarla, cocinaba muy rico. Con Chulis aprendí todo esto con su ejemplo al hacer las cosas y disciplina, cada domingo teníamos que ir a la iglesia, muchas veces como niño no quieres ir, le decíamos Chulis vamos al playa o al rio no hay que ir a la iglesia y ella siempre decía primero vamos a la iglesia y después vemos que hacemos, creo que estos valores son muy valiosos que cuando llegas a adulto todo eso aprendido en la niñez da sus frutos, me encanta ir a la iglesia y servir, ayudar en lo que pueda, y le doy muchas gracias a ellas dos, mis hermosas abuelitas que Dios me dio la dicha de disfrutar, aunque ahora tengo ya muchos años que no he podido estar con ellas, pero espero que Dios me de la alegría de volver a verlas.

Si aun tienes a tus abuelitas no te olvides de ellas, hablales por teléfono o si tienes la posibilidad visitalas, pasa tiempo con ellas, no las olvides, aun mas si tienes la posibilidad, ayudalas económicamente aunque sea poco si no puedes con mucho. Ellas son personas que necesitan de nuestra atencion, tiempo y cuidado. Algunas veces con las ocupaciones de nuestro diario vivir nos olvidamos de ellas, pero vamos iniciando un nuevo año que en nuestros propósitos sean nuestras abuelitas una prioridad en este 2017.


Si gustas cuéntame un poco de lo que tu aprendiste de tus abuelitas.





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